Sola, en la cocina...

Inténtelo Señora...
Imagino que alguna vez preparó una rica torta para su familia.
Eligió los mejores ingredientes y los mezcló con sabiduría, y
cuando algo resultaba un poco ácido...seguramente le agregó azúcar, o cambió algún ingrediente.
Imagínese como en aquél momento, sola, en su cocina.
A los que cocinamos no nos gusta que otros agreguen condimentos a nuestra receta,
ni que el esposo y los chicos metan los dedos en la torta antes de ser presentada a los comensales.
Piense que está sola... recuerde aquellos ingredientes,
aquella hermosa torta que imaginó para compartir con todos...
sea fiel a esa receta,
con humildad, con cariño, con delicadeza, con dulzura y con firmes convicciones ponga manos a la obra.
Todos esperamos probar de ese pastel, dulce y agradable al paladar.
Le soy sincera, yo no la elegí como cocinera, pensé en otros...
pero está usted en la cocina y la voy a respetar y a esperar...
¡vamos Señora!... demuestre que puede hacerlo...
que no olvidó aquellos buenos y sanos ingredientes que aprendió desde joven.

Ahora la dejo, sola en su cocina,
yo también debo preparar la comida...no para tantos,
pero mis hijos esperan una rica cena y tengo que elegir los ingredientes.

Deseo y espero que sea la mejor que preparó en su vida.

Hasta pronto y mucha suerte!