martes, 29 de junio de 2010

La Casa de Tucumán

y parte de su historia detallada en una caja de: alfajores-bocaditos-colaciones-gaznates y empanadillas- elaborados con miel de caña.



Ha sido una dulce manera de aprender sobre la histórica casa.
Al recibir este presente desde Tucumán, de valorarlo y degustarlo como corresponde, recién después notamos este importante detalle que nos ayuda a conocer algo más sobre la casa donde se realizó el congreso de 1816 y que declarara nuestra independencia.


LA CASA HISTÓRICA

"Perteneció a doña Francisca Bazán de Laguna, quien la cedió para que realizara allí sus sesiones el congreso que declaró la independencia el 9 de julio de 1916.
Funcionó allí el congreso hasta el 17 de enero de 1817.
Como la casa no contaba con el moblaje adecuado para el objeto al que se la destinaba, los sillones, mesas, candelabros, etc., fueron facilitados por las órdenes religiosas: franciscanos, dominicos y también por algunos particulares.

Hasta 1861 la Casa permaneció olvidada de los Poderes públicos. Su cuidado estuvo a cargo de familias a quienes se fue trasmitiendo su propiedad.

En 1861, doña Gertrudis de Zavalía, a quien pertenecía la casa en esos momentos, se dirigió al gobernador de la provincia, Salustino Zavalía, solicitando la exoneración de la contribución directa. El 12 de julio de 1861, la Honorable Legislatura de la Provincia sancionó la Ley N° 182 por la cual se exoneraba para siempre el pago de contribución directa a la casa donde se había jurado la independencia.

En el año 1872, durante la presidencia de Sarmiento, se sancionó la ley de compra de la casa.

El 25 de abril de 1874 se firmó en Tucumán la escritura respectiva entre el gobernador de la provincia, don Belisario López y los propietarios, don Fernando S. de Zavalía y señora Carmen López, se pagó por la casa la suma de 25.000 pesos fuertes.
La casa de la Independencia fue declarada monumento nacional el 12 de agosto de 1941.


La mesa donde se firmó el Acta de la Independencia Política el 9 de julio de 1816, perteneció finalmente a la señora Teresa Araóz de Córdoba, que vivía en la calle Congreso N° 36 de esta ciudad, y a la muerte de la mencionada señora en diciembre de 1960, fue entregada por su hija Teresita Córdoba Araóz de Montilla Moyano a la Casa Histórica.

En el año 1904 se colocaron en la Casa Histórica dos frisos de bronce debidos al genio de la célebre escultora Lola Mora. Uno de ellos representa la jura de la Independencia el 9 de julio de 1816 y el otro, el Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810."


Copiado textualmente de la caja de alfajores regionales que recibí de Tucumán.



viernes, 4 de junio de 2010

El Cacique Maydana

...y la yerba mate


Gaucho tomando mate

Hechos de la Argentina del 1800

Para la Argentina, 1845 y 1846 fueron años difíciles. Ingleses y franceses bloqueaban el país, y no pocos artículos escaseaban. Entre ellos había uno de uso cotidiano y prácticamente irreemplazable: la yerba mate, que antes llegaba en barco desde Brasil y ahora era necesario conseguir en otra parte, quizás incentivando la producción local.
Por eso nadie se extrañó en Santo Tomé (Corrientes) cuando un grupo de vecinos organizó una expedición para buscar yerbales silvestres en la zona del Alto Uruguay, es decir, en la tierra de las Misiones.

Al frente marchaba el intrépido Jacinto Galeano, y de maestro de postas Roque Maydana, que decidió llevar a su hijo Bonifacio, un chiquilín de diez años. La empresa no era para niños, pero don Roque no pensaba lo mismo, sobre todo porque nunca se imaginó el trágico fin de la aventura.
Fueron atacados en plena selva por los indios, y todos perecieron, excepto el niño, que desde entonces fue incorporado a la tribu como un indiecito más.

Relata Marcos Kaner que Bonifacio "...desarrolló grandes condiciones, y a medida que crecía cobraba mayor ascendencia entre los indígenas...". Sus condiciones de jefe se evidenciaron en poco tiempo, sobre todo cuando el cacique Fracrán- autoridad máxima- tuvo una desinteligencia con un grupo de subordinados y éstos decidieron apartarse y confiaron la jefatura a Maydana.
Desde ese momento fueron dos los dueños de la región, y a pesar de su rivalidad compartían el mismo criterio con respecto a los blancos: hasta 1874 ambos acosaron permanentemente a los yerbateros que pretendían explotar las formaciones naturales, impidiéndoles establecerse en la zona con tranquilidad.

El encargado de poner término a esa situación fue Fructuoso Moraes Dutra, un brasileño que durante sus increíbles andanzas había aprendido todos los dialectos indígenas y cuyo valor rayaba en lo temerario.
Juan Goicoechea, establecido en la costa paraguaya, decidió patrocinar una expedición para buscar en Misiones yerbatales vírgenes, y sabiendo que sólo Dutra era capaz de acometer la empresa, lo llamó para hacerle el encargo. El brasileño pidió veinte hombres armados, pero tuvo que conformarse con seis; con esa reducida tropa se adentró en la selva en busca de Maydana y su tribu.

Después de atravesar a machetazo limpio la espesura, Dutra llegó a la aldea donde vivían el jefe guaraní y casi 150 habitantes más. La encontró desierta, pero sabía a que atenerse: los indios estaban emboscados en las inmediaciones y resolvió ir a buscarlos. Apelando a la audacia que lo hizo célebre, Dutra avanzó solo, con su escopeta de dos caños, el revolver calzado en la faja y el machete; 44 indígenas esperaban la orden de su jefe para atravesar a flechazos al intruso, pero Maydana decidió dialogar con él.

Después de las primeras, tensas palabras, ambos convinieron en arrojar las armas al suelo. Sin embargo, Dutra conservó un elemento muy eficaz: su poder de convicción; al cabo de unas horas obtuvo permiso de Maydana para abrir picadas mulaterales y explotar los yerbatales. No sólo eso: el cacique blanco acompañó al brasileño hasta las tierras de Goicoechea y después fue con él a Corrientes.

Los yerbateros ya podían entrar al monte sin temor.


Textual de:
Hombres y hechos de la Historia Argentina


Yerba mate:



La yerba mate , comúnmente denominada yerba (en guaraní: ka'a), es una planta arbustiva o arbórea neotropical originaria de las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay. Aunque también es muy común ver plantas de Ilex paraguariensis en la cuenca del río Uruguay, donde crece en estado silvestre, sobre todo formando parte del sotobosque o del estrato mediano de los montes.

De las hojas y ramas, secas y molidas de esta aquifoliácea se prepara el mate, una infusión estimulante común en la gastronomía de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. El nombre mate es el nombre dado a la calabacilla que tradicionalmente sirve de recipiente a la infusión. Es ampliamente cultivada comercialmente en Argentina, Brasil y Paraguay desde el siglo XIX, dando lugar a una importante industria.


CONSUMO

Hay tres formas básicas de consumir la yerba mate, que reciben distintos nombres:

La forma más común es el mate, una infusión que se prepara en un recipiente (también denominado “mate”) o —si el recipiente es de la variante de boca ancha se le llama “porongo”— en donde se vierte agua entre 75 y 82 grados de temperatura, que se succiona por medio de una bombilla.


El tereré es similar al mate, pero se lo prepara con agua frío o helada, en épocas de calor agobiante. Se le suele agregar al agua helada limón, pomelo o naranja, tanto jugo y pulpa, como la cáscara del fruto. Es propio de Paraguay, oeste de Mato Grosso y de São Paulo , y en el litoral argentino

El mate cocido es una infusión. Para prepararlo primero se hierve la yerba mate en agua, y posteriormente se cuela y se sirve en una taza. Cabe destacar que esta forma "tradicional" de preparar el mate cocido, ha sido en gran parte desplazada por el mate cocido preparado en bolsitas, similares a las del té común.
El mate cocido fue conocido en los siglos XVII y XVIII como té de los jesuitas, por ser éstos quienes popularizaron su uso, a imitación del té.

Historia de la yerba mate


Conocido como Té de los jesuitas o Té Paraguayo. La yerba fue consumida desde tiempo inmemorial por los pueblos guaraníes y guaycurúes, que recogían las hojas de ka'a en la selva, donde crecía en forma silvestre. Inicialmente las mascaban, luego las prepararon en infusión.

Iniciado el período de dominación hispano-portuguesa en América del Sur, la costumbre de beber la infusión fue extendiéndose. Hacia fines del siglo XVI y comienzos del XVII, los españoles consideraron al mate como un vicio peligroso. En abril de 1595, el teniente gobernador de Asunción, Juan Caballero Bazán, prohíbe el tránsito por los yerbatales y el cultivo.
Con la llegada de la Compañía de Jesús al Paraguay, desde 1610 y hasta 1630 se prohibió la exportación de mate y su consumo. Los indios transportaban la yerba mate desde distancias enormes y tardaban a veces un año hasta volver a su punto de partida. La prohibición del consumo de mate disparo la curiosidad de los conquistadores, que comenzaron a consumirlo clandestinamente. Así relató la epidemia el padre jesuita Francisco Díaz Tanho:
" No hay casa de españoles ni vivienda de aborígenes en que (el mate) no sea bebida ni pan cotidiano. Ha cundido tanto el exceso de esa asquerosa zuma que a llegado a las costas y otros lugares de América y Europa, el uso y abuso de ella es mi sentir que por el instrumento de algún hechicero la invento el demonio"
El tribunal del Santo Oficio de la Inquisición llego a considerar su uso, más que un vicio " una superstición diabólica"

En 1611 Marín Negrón, gobernador de Asunción, impone penas para los que fueran sorprendidos “en posesión de yerbas”: cien latigazos si el infractor era indígena, cien pesos de multa si era español. Contemporáneamente Hernandarias, gobernador de Buenos Aires, reprime el consumo de yerba con 10 pesos de multa y 15 días de cárcel, al tiempo que manda quemar en la Plaza Mayor sacos de la hierba ingresados clandestinamente.


Finalmente, el cultivo fue autorizado a los jesuitas, que lo monopolizaron hasta que fueron expulsados en 1767. Los jesuitas lograron domesticar la planta, mediante técnicas de secado de la semilla, lo que permitió extender las plantaciones al punto que la venta de yerba mate se convirtió en la principal fuente de ingresos de las “reducciones”. Hacia 1720 el consumo se había generalizado también en el actual estado de São Paulo (Brasil).

Composición química y propiedades



Yerba mate con palo
Cafeína
El mate contiene xantinas, que son alcaloides como son la cafeína, teofilina, y teobromina, estimulantes bien conocidos y hallados en café y en chocolate. El contenido de cafeína varia entre 0,2% a 2% de peso seco (comparado con el 0,3–9% para las hojas de té, 2,5-7,5% en guaraná, y más de 3,2% para café).

Estereoisómeros
Sin embargo, la cafeína no es quiral, y no tiene estereoisómeros, y la "mateína" es un sinónimo oficial de la cafeína en las Bases de Datos de Química.

Los estudios sobre el mate, aunque muy limitados, han mostrado evidencia preliminar que el cocktail de xantinas del mate es diferente de otras especies conteniendo cafeína más significativamente en sus efectos en los tejidos musculares, como los opuestos a aquellos en el sistema nervioso central, que son similares a los de otros estimulantes naturales. Las tres xantinas presentes en el mate han mostrado tener efecto relajante en los tejidos musculares lisos, y efectos estimulantes miocardicos.

Otros usos
En diciembre de 2006 un estudio médico ha señalado la utilidad del consumo de mate cocido para obtener de un modo incruento buenas imágenes del páncreas y las vías biliares.

Al realizarse una colangioresonancia o resonancia nuclear abdominal, el líquido gastroduodenal interfiere en la visión del páncreas y de las vías biliares. Se ha observado que el manganeso, al poseer propiedades paramagnéticas, inhibe la interferencia magnética del líquido gastroduodenal. Debido a que la infusión de yerba mate es muy rica en manganeso se le da de beber al paciente mate cocido y transcurridos 15 minutos se le practica la resonancia, obteniéndose así una imagen definida del páncreas y las vías biliares.

El ilex paraguariensis alias "mate" es, además, el ingrediente activo de una famosa crema utilizada por fisioterapéutas, quiropráctics y deportistas de todo el mundo, llamada Biofreeze (EE.UU).

Estudios in vivo e in vitro muestran que la yerba mate exhibe significativa actividad anticancerosa. En la Universidad de Illinois en 2005, se halló que la yerba mate es "rica en constituyentes fenólicos" y que sirve para "inhibir la proliferación de células de cáncer de boca".

La infusión de las hojas de yerba mate presenta propiedades energizantes y tonificantes debidas al contenido de mateína, principio activo del grupo de las catequinas, estimulante del sistema nervioso central y promotor de la actividad mental, con la positiva particularidad de no interferir con los patrones normales del sueño. Brinda sensación de saciedad y posee cantidades considerables de potasio, hierro, fósforo, sodio y magnesio; también contiene diversas sustancias
antioxidantes, vitaminas (A, B1, B2, C y K) y carotenos.



TODO sobre el mate:


Como cebar mate:


Datos